10 lecciones que pueden darte los que ya tienen una hipoteca

Encontrar la hipoteca ideal no es sencillo, sobre todo, si es la primera vez que te enfrentas a este reto. Sin embargo, transitar con éxito por el camino de la financiación bancaria siempre será más fácil si recibes buenos consejos. Para ello, nada mejor que prestar atención a las personas que ya han pasado por esta situación, dado que la experiencia es un grado. Escuchar cómo resolvieron los problemas con los que se toparon o saber de antemano a qué atenerse cuando se busca un préstamo hipotecario proporciona una información valiosa, así que no pierdas de vista este útil listado. (Aunque siempre es aconsejable que te aconsejes por un experto hipotecario que no este ligado a ningún banco).

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Cómo decidir la hipoteca que más me conviene según el tipo de interés

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1. No pidas más de lo que puedas abarcar

Seguro que estás harto de escuchar que no debes destinar más del 30%-39% de tus ingresos al pago de la hipoteca, pero lo cierto es que esta recomendación es esencial. (la suma de todos tus prestamos). Si tu capacidad de endeudamiento queda por encima, vas a ir ahogado todos los meses y durante muchos años. En cualquier caso, los bancos tienen muy en cuenta este porcentaje para conceder financiación y solo lo superan en muy contadas ocasiones, protegiendo sus intereses, y de paso, los tuyos.

2. Prepara todo el papeleo con antelación

Una hipoteca exige la presentación de una gran cantidad de documentación, así que antes de lanzarte, recopila todo lo que vas a necesitar: DNI, contrato de trabajo, últimas nóminas, informe de vida laboral, certificados de titularidad de tus cuentas, movimientos bancarios, declaración de la renta… Lo mejor es que tengas escaneado todo y dispongas de copias digitales almacenadas en tu ordenador o en la nube para adjuntar rápidamente en un email cuando el banco te los pida.

3. No te conformes con lo que te ofrezca tu banco de siempre

Comparar, comparar y comparar. Esta es la regla de oro al buscar una hipoteca. Tu banco de toda la vida quizá no pueda darte una oferta a la altura. Aunque tengas una relación con él de muchos años, no tienes ningún compromiso. Además de los bancos grandes, hay otros más pequeños que, para ampliar su cuota de mercado, hacen ofertas hipotecarias agresivas con las que puedes salir ganando, además de gestionar todo mucho más rápido de forma online.

4. No dudes que negociar todo lo que puedas

No te conformes con la oferta estándar y busca algo personalizado que se ajuste a tu perfil. Si cuentas con un elevado nivel de solvencia gracias a unos ingresos altos, aprovecha tu posición privilegiada para exigir la eliminación de ciertas comisiones o un tipo de interés más reducido. No tengas miedo de plantear cambios al banco y de diseñar una hipoteca a tu medida. Vale la pena teniendo en cuenta que tendrás que enfrentarte a este pago durante varias décadas. Si no te sientes cómodo, pasa al siguiente sin remordimientos.

5. Exige que todo te lo den por escrito

Las palabras se las lleva el viento, y en una operación tan importante como una hipoteca, es fundamental que todo esté negro sobre blanco. Aunque en la web del banco estén expuestas una serie unas condiciones generales, las de carácter oficial y vinculante son las que se recogen en la Ficha Europea de Información Normalizada (FEIN). Aquí está todo, desde el tipo de interés y el cuadro de amortización hasta las posibles bonificaciones y el reparto de gastos.

6. No te precipites al tomar una decisión

Los bancos pueden tener prisa por cerrar la operación, pero tú debes actuar con calma y siempre sobre seguro. Los hay que meten miedo diciendo que los intereses suben rápido o que solo podrás beneficiarte de determinadas promociones por tiempo limitado, pero tú no debes tomar una decisión a la ligera, sin haber comparado antes y sin tener claras ciertas cláusulas.

7. Aporta todos los ahorros lo que puedas

Todo el dinero que puedas dar antes de pedir una hipoteca servirá para rebajar el importe solicitado. Al margen del 20%-30% que deberás tener ahorrado, puesto que los bancos suelen conceder el 80% y los gastos se comen el otro 10%, cualquier cifra de más que aportes antes de firmar puede significar un ahorro en intereses muy interesante. Quizá querías guardar algo para amueblar o para hacer una reforma, pero medita bien si realmente lo necesitas o puedes desprenderte de ello, porque la diferencia juega a tu favor.

8. Pregunta qué significa hasta la última coma

La gran lección que te darán aquellos que ya han firmado su hipoteca es, sin duda, que no firmes nada que no entiendas. El vocabulario técnico a veces se nos atasca, y más si no tenemos cierto bagaje en cuestiones económicas, por eso es fundamental que el banco te explique con un lenguaje más coloquial cualquier aspecto que no te quede claro, poniéndote ejemplos en función de los escenarios que podrían llegar a darse.

9. No pases por alto los gastos adicionales

La hipoteca no es solo una cuota mensual, también son los honorarios del notario y de la gestoría, así como los del Registro de la Propiedad y de la tasación, sin olvidar los impuestos. Tampoco debes pasar por alto el coste de los productos que actúen como bonificadores del tipo de interés, ya sean seguros, una alarma, un plan de pensiones, tarjetas de crédito, etc. En ocasiones, merece la pena pagar un poco más y contratar estos productos fuera del banco porque el coste anual es menor.

10. Ten claro que pasaría si un día no puedes pagar

Hoy tienes un trabajo fijo con unos ingresos recurrentes, pero mañana quizá tu situación dé un vuelco. No se trata de pecar de prudente, porque entonces nadie firmaría hipotecas, pero sí es crucial que sepas los intereses de demora te va a aplicar el banco en caso de que faltes a tu compromiso, así como lo que te cobrarán en concepto de reclamación de esos pagos atrasados. Si tienes avalistas( sólo avalan el % que te falte) o pusiste otra propiedad como garantía, asegúrate de hasta qué punto les afectaría en caso de impago.